Ingredientes:
- Un kilo de harina de fuerza
- Medio litro de agua templada
- 25gr de sal
- 50ml de aceite de oliva
- 25gr de levadura fresca
- Tomate natural triturado
- Mozzarela (la cantidad puede ser variable en función del gusto)
- Orégano
- Un par de lonchas de cecina de León
Ponemos la harina en un bol grande dejando apartadas cuatro cucharadas para engordar luego la harina. Hacemos un hueco en el medio y echamos la levadura diluida en agua y vamos mezclando de dentro para fuera con una cuchara. Ahora vamos vertiendo poco a poco la sal y el aceite hasta que la harina quede pegajosa a la par que firme. A continuación, hay que espolvorear la masa con harina y moldearla. El truco está en echar harina hasta que la masa no se nos pegue a las manos. Cuando observemos que la masa tiene una textura elástica y firme la hacemos una bola y la tapamos con un paño de cocina dejándola reposar unos 45 minutos.
Se aconseja comprar un molde de metal y "quemarlo" en el horno, de esta forma tendremos una base estándar.
Si tenemos tiempo, colocamos la masa en el molde previamente untado de aceite y la extendemos con las manos hacia los bordes. Una vez este extendida le ponemos o echamos una cucharada de tomate natural triturado y extendemos con la misma cuchara. Una vez hecho esto metemos la masa en el horno durante 5 o 10 minutos a una temperatura de 180-200º dependiendo de si la masa nos gusta más o menos tostada.
Otra opción para los que anden más justos de tiempo es verter el tomate sobre la masa fresca, extenderlo y espolvorear con orégano y poner mozzarella, ambas en función del gusto. A continuación metemos nuestra pizza en el horno habiéndolo precalentado a 180-200º y la dejamos unos cinco minutos.
Cuando veamos que el queso empieza a fundirse, es decir, cuando le queden dos minutos o uno, le colocamos las lonchas de cecina (dos o tres, más o menos en tamaños grandes) y añadimos un chorrito de aceite de oliva por encima. Volvemos a meter la pizza en el horno y la dejamos los dos minutos restantes.
Llegados a este punto ya tenemos nuestra pizza hecha y... ¡lista para comer!
Importante: no colocar las lonchas de cecina hasta el final para evitar que se reseque.
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